Amenazas conocidas para las especies del proyecto
Cacería en represalia por pescadores
Tráfico ilegal de pieles y venta como mascotas
Contaminación por uso de agroquímicos y aguas residuales
Pérdida y fragmentación de hábitat
Muchos pescadores ven a la nutria como una competencia por los recursos, creyendo que afecta la disponibilidad de peces. Esto ha llevado a su caza indiscriminada, pese a que su impacto en las poblaciones de peces es mínimo y su presencia indica un ecosistema saludable.
Históricamente, la nutria fue cazada por su piel, y aunque esta práctica ha disminuido, aún persiste el comercio ilegal de ejemplares vivos como mascotas. Esto no solo reduce sus poblaciones, sino que también pone en riesgo su bienestar, ya que no pueden sobrevivir adecuadamente fuera de su hábitat natural.
El deterioro de los cuerpos de agua por desechos industriales, pesticidas y aguas residuales afecta directamente a la nutria al contaminar su alimento y reducir la calidad de su hábitat. Sin agua limpia y abundante, su supervivencia se vuelve cada vez más difícil.
La expansión de actividades humanas, como la urbanización y la deforestación en las riberas, destruye y aísla los espacios donde las nutrias viven y se reproducen. Esto las obliga a recorrer mayores distancias para encontrar alimento y refugio, aumentando su vulnerabilidad a otras amenazas.